Desarollo Espiritual - Sabiduría Ancestral - Sanación del Ser

Origen

La palabra KURMI significa arcoíris en lengua aymara.

El arcoíris es un símbolo universal de unión y de conexión: puente entre la Tierra y el Cielo, entre lo humano y lo divino, entre lo visible y lo invisible. Representa el espíritu de la Escuela, un espacio donde convergen caminos ancestrales para guiarnos de nuevo hacia lo sagrado.

Algunas enseñanzas llegaron a mí como memorias antiguas que despertaban desde dentro; otras surgieron a través de experiencias de vida que me llevaron a superar momentos difíciles —procesos de enfermedad, pruebas y transformaciones profundas— que abrieron en mí la necesidad de recordar lo esencial.

También tuve la oportunidad de aprender junto a chamanes y guías espirituales de diferentes tradiciones, así como de viajar a tierras sagradas en Perú y Bolivia, donde el espíritu de la montaña y de la selva me transmitió enseñanzas vivas que siguen resonando en mí.

En este camino se despertaron en mí la mediumnidad, la videncia, la capacidad de canalizar mensajes y energías del mundo espiritual, así como la voz y música curativa, dones que hoy forman parte del servicio que comparto.

Todo ello fue tejiendo el camino que hoy da forma a KURMI.
De esta integración nació la visión de la Escuela: ofrecer un espacio donde cada persona pueda también recordar, sanar y caminar hacia su propia luz.

Mi propio camino de sanación y despertar me condujo a recordar lo que hoy comparto contigo.

Esencia

Una Escuela dedicada al desarrollo espiritual del Ser, nacida de mi experiencia personal e integración de diferentes tradiciones ancestrales.

Su esencia surge de la fusión de dos caminos complementarios:

La espiritualidad chamánica, que une la sabiduría druídica de Europa con la tradición amerindia, en especial la tradición andina y la de la selva amazónica. Inspirada en estas raíces, la Escuela transmite prácticas y conocimientos que restauran nuestro vínculo sagrado con la Naturaleza y con el alma de la Tierra.

La enseñanza crística, inspirada en la esencia del cristianismo original y filosofia hermetica, en conexión con la sabiduría de los Esenios y la orden del Grial, custodios de un conocimiento sagrado que ha acompañado a la humanidad a lo largo de los siglos.

KURMI es, en esencia, un puente vivo entre la enseñanza crística y el legado chamanico, una vía de unión con la Tierra y el Espíritu.

Misión

La misión de KURMI es tejer un puente hacia las enseñanzas ancestrales, saberes que han acompañado desde siempre la evolución del ser humano en su dimensión espiritual.

La Escuela se fundamenta en ayudar a despertar la Conciencia Crística, entendida como la conexión viva con el Amor universal, la Unidad y la Luz interior que habita en cada ser. Este despertar no es una creencia, sino un estado de consciencia que nos invita a recordar quiénes somos en esencia y a vivir en coherencia con el corazón.

KURMI acompaña también el proceso colectivo de ascensión planetaria hacia la Nueva Tierra, un tiempo en el que la humanidad está llamada a recuperar su vínculo sagrado con la vida, la Tierra y el Espíritu.

Una parte esencial de esta misión es acompañar a cada persona en el despertar de su sabiduría interior, guiándola a reconocer la Luz de su alma y a caminar con ella como brújula en su camino espiritual.

¿Qué se enseña en KURMI?

Todas las prácticas y enseñanzas de la Escuela tienen como propósito:

Recuperar nuestras raíces ancestrales como fuente viva de sabiduría.
Restablecer el vínculo consciente con la Naturaleza, reconociéndola como maestra.
Despertar la Conciencia Crística, nuestra esencia divina, luz interior que nos guía hacia la divinidad.
Cultivar la armonía con uno mismo, con los demás y con el entorno.

KURMI transmite conocimientos que facilitan la unión con la Naturaleza y el aprendizaje del lenguaje sutil del alma: simbólico, energético e intuitivo.

Un puente para recuperar la espiritualidad esencial, aquella que las culturas ancestrales supieron custodiar y que la humanidad, en su pérdida de conciencia, necesita volver a abrazar para recordar lo sagrado.

Un legado vivo

Esenios, cátaros, druidas, hopis, incas, lakotas… fueron guardianes de un legado espiritual que pertenece a toda la Humanidad.

Hoy, a través de mi propio camino de despertar espiritual —que me ha permitido recordar y acceder de nuevo a este saber—, esta sabiduría vuelve a hacerse presente en KURMI para quienes sienten el llamado.

Desde mi servicio a la Luz y como guardián de este legado, agradezco profundamente la oportunidad de compartirlo y lo entrego con humildad y gratitud a través de esta Escuela.

KURMI:

Una puerta a la Sabiduría Ancestral.
Un espacio para despertar tu conciencia.
Un viaje de retorno a tu esencia.

En definitiva, KURMI comparte y recuerda un conocimiento sagrado que nos pertenece como seres humanos de la Tierra, un legado que hoy vuelve a despertar para guiarnos hacia lo esencial.

En este tiempo de despertar planetario, tienes la oportunidad de que esa sabiduría florezca también en ti, de reencontrar tu camino y caminar en coherencia con tu alma.

Este es tu momento.
La puerta está abierta, el círculo te espera.
Te acompaño en esta senda, únete!